lunes, 4 de abril de 2011

Juliano


Ocurrió hace un año aproximadamente. Salí de mi casa en Ramallah para tomar unas copas con unos amigos en un bar. Mis compañeros de mesa eran 2 palestinos, un druso de los Altos del Golán (y un inglés si no recuerdo mal). Yo salí con mi habitual teoría de que entre los problemas que sufre Palestina, habría que colocar en primer lugar a la situación de la mujer en la sociedad, antes incluso que la ocupación. Es mucho más difícil luchar contra la ocupación con la mitad de tu pueblo doblemente sometido.

En la mesa de al lado había un hombre leyendo. Y, probablemente debido a que nuestro tono de voz iba in crescendo gracias a la lenta influencia etílica, empezó a interesarse en lo que estábamos hablando. Y acabó uniéndose a la mesa.

Su modo de pensar era admirable. Apenas hablamos de la ocupación o de Israel. El tema era Palestina y los palestinos, sus problemas internos, sus divisiones, el conservadurismo de gran parte de su sociedad. El recién llegado nos empezó a hablar de sus proyectos en Palestina. De su creencia firme acerca de cómo el arte cambia las sociedades, de cómo el arte es una lucha de resistencia en sí mismo.

Ese hombre era Juliano Khamis, un símbolo andante. Hijo de un palestino con pasaporte israelí y una judía, actor, director y activista político. Un hombre que decidió que una gran parte de su vida iba a dedicarla a una doble lucha en Palestina. La lucha contra la ocupación y la lucha contra la cerrazón, viniera de donde viniera. Su logro más famoso es haber sido el cofundador de "The Freedom Theatre". Una compañía de teatro y danza que sigue produciendo artistas palestinos de gran nivel. Y no lo hizo en Ramallah, en Jerusalén o en Belén, donde las sociedades son más abiertas y es mucho más fácil crear proyectos de ese estilo. Lo hizo en Yenín, una ciudad al norte de Cisjordania, machacada en los últimos tiempos, sobretodo durante la segunda Intifada. Una ciudad de las más tradicionalistas y conservadoras de Palestina. La ciudad que más lo necesitaba.

Hoy unos palestinos enmascarados se lo han cargado a tiros a los 53 años de edad. Probablemente no podían aceptar que su sociedad se abriera tanto, o vete tú a saber qué. El caso es que Juliano ya no está. Pero a muchos nos ha servido de ejemplo, especialmente a los que nos dedicamos al arte. Y nuestra resistencia (la suya) continúa.

Aquella noche Juliano se quedó unas dos horas de intensa discusión con nosotros. Ni siquiera intercambiamos teléfonos o correos, pero su intensidad me marcó, al igual que ha marcado a tanta gente por aquí. Acabó su última copa y salió con una sonrisa, dispuesto a seguir luchando.
Ahora las siguientes copas las tenemos que ir pagando nosotros, esa noche no ha acabado.


"Mi sueño es que The Freedom Theatre sea la fuerza mayor, cooperando con entidades similares del norte de Palestina, en generar una resistencia cultural, cargando sobre sus hombros los valores universales de la libertad y la justicia." Juliano Khamis (1958-2011)



4 comentarios:

Ariel Kanievsky dijo...

z"l.

Anónimo dijo...

Después de lo de Itamar y lo de Jerusalén, esto. Iba a escribir algo sobre la proliferación de grupos salafistas en Palestina, pero mejor me callo, porque estoy demasiado cabreado para ser coherente. La estupidez palestina es como la de todo el mundo: da la sensación de ser ilimitada.

Un saludo.
Salva

Ruben dijo...

Diego: te escribí un mail espero que te haya llegado.

Miguel dijo...

Un hermoso homenaje. Gracias.

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