Desde el asesinato de la familia Foguel, el pueblo palestino de Awarta limítrofe con el asentamiento ilegal de Itamar esta sufriendo lo que sin lugar a dudas llamariamos un castigo colectivo de mano de los colonos y el ejercito tal y como se desprende de las comprobaciones sobre el terreno de la cooperante del EAPPI Maria.M.Delgado.
Toques de queda sistemáticos, detenciones masivas incluso a altas horas de la madrugada, daños físicos a los detenidos y materiales a sus pertenencias, un progrom cuyas finalidades serian encontrar a los autores del brutal asesinato no mediante una investigación seria si no mediante la coacción a toda la población, algo totalmente impropio de un país que dice ser democrático.
Y por supuesto limpiar los alrededores de Itamar del máximo numero de palestinos haciéndoles la vida lo mas insoportable y miserable posible para que se vayan y así poder apropiarse sus tierras.
De hecho el anuncio de Netanyahu de que va a fomentar la construcción en Itamar a venido precedido por la clásica metodología colonizadora que llevan practicando durante decadas: instalación de estructuras precarias por parte de los colonos protegidos por el ejercito en tierras palestinas con la clara intención de crear hechos consumados.
Destrozos durante los registros y cristales rotos debido a las bombas sonicas lanzadas.
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