Itamar

En los últimos días, uno de los puntos calientes del conflicto ha sido el horrible asesinato de una familia de colonos en el asentamiento de Itamar, cerca de Nablus. Cómo no, los opinadores proisraelíes han querido demostrar el antisemitismo de la prensa española a través del tratamiento que se le ha dado a esta noticia en los diferentes medios.

Un par de reflexiones acerca de esto:

Uno de los argumentos más sonados ha sido el de que en los medios se ha hecho especial mención al hecho de que los asesinados eran colonos, intentando demostrar que es un modo de justificación del crimen. No he escuchado a ninguno de estos protestar por la afirmación generalizada de que el asesino era palestino o que éste es un acto de terrorismo. Que las víctimas eran colonos, lo sabemos. Que el asesino sea palestino, está por demostrar, ni siquiera se ha hablado de sospechosos. A los presuntos periodistas que protestan por la deshumanización de los colonos no se les ha escuchado hablar del prejucio que supone afirmar sobre la autoría de un crimen sin tener ninguna prueba (ni siquiera indicios que vayan más allá de la tensión social existente).

Simplemente como consumidor de información, no es difícil afirmar que las noticias que llegan a España acerca del conflicto tienen un filtro muy claro: la implicación política de las mismas. Por suerte, “El Caso” desapareció ya hace tiempo de los kioscos españoles (aunque se haya trasladado en parte a ciertos programas televisivos), y las páginas de sucesos son ya difíciles de encontrar más allá del ámbito local. Lo que concede a esta noticia un carácter internacional es primero, el hecho de que los asesinados sean colonos y segundo, que el presunto asesino pueda ser un palestino.

Tampoco se han escuchado demasiadas voces proisraelíes protestando por el intento de sacar tajada política de este horror con los cadáveres aún calientes (alguna voz sí que ha habido, recomiendo este artículo de Nehemia Strahler en Haaretz.). Netanyahu ha ha aprovechado para ampliar los proyectos de invasión de Cisjordania como si hubiera estado esperando este momento cual buitre volando en círculos. La utilización de muertos con fines políticos es algo de lo que en España sabemos bastante. No hay más que recordar, ahora que celebramos el triste aniversario, lo que ocurrió con el gobierno del PP entre el 11 y el 14 de marzo de 2004, y cómo reaccionó España.

Una última reflexión: el racismo. Supongamos que mañana se descubre al asesino y que éste resulta ser palestino. ¿Cómo va a ser juzgado? No creo que una persona capaz de degollar a un bebé de meses esté en plenas facultades mentales. Cuando un blanco realiza una masacre de este tipo, siempre se destaca su locura. Cuando se trata de un árabe, se habla de su extremismo.