29.09.2010 · periodismohumano · Anxela Iglesias
El viaje del “Irene“ terminó antes de llegar a su destino. Los hombres y mujeres judíos que trataban de romper el cerco de la Franja de Gaza a bordo de un catamarán fueron interceptados por la marina y conducidos al puerto israelí de Ashdod. Una provocación innecesaria, según las autoridades hebreas, el intento de cumplir un sueño, según los activistas reunidos allí para recibirlos.
Diez embarcaciones militares rodearon al “Irene” ayer por la mañana, poco antes de que llegara a aguas de Gaza, para después bloquearle el paso y abordar el velero, tal y como puede verse en las imágenes aéreas propocionadas por el ejército israelí. Una operación “pacífica y sin incidentes”, asegura el comunicado oficial, desmentido por los pasajeros.
Los soldados emplearon “una brutalidad innecesaria”, explicaba horas después Yonatan Shapira, quien fue golpeado y recibió descargas eléctricas de una pistola, según una versión corroborada por el periodista israelí que viajaba a bordo del “Irene”. Los teléfonos y pertenencias de todos ellos fueron confiscados...
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